martes, 20 de mayo de 2014

TEATRO ROMANO DE MÉRIDA

Hace ya unos cuantos años, en un viaje con la familia, de camino a visitar la ciudad de Lisboa, decidimos detenernos un día durante la travesía en la bonita ciudad de Mérida, y de ese modo poder ver los restos de la ciudad romana que yacen allí.
Encontramos Teatro, Anfiteatro y Circo romano, como era común encontrar en las ciudades romanas.








Centraremos la atención en el Teatro.

La construcción de teatros en la Antigua Roma respondía mas a intereses políticos que a los gustos del pueblo romano, que prefería acudir al circo a ver carreras de carros y al anfiteatro a ver combates entre gladiadores y animales.
Desde el teatro la autoridad realizaba una eficiente propaganda de ella misma del modo de vida romano, tanto a través de la majestuosidad del edificio y su decoración como de los mensajes que desde su escenario se podían transmitir.



El teatro es una construcción promovida por el cónsul Marco Vipanio Agripa. Según la fecha que encontramos tallada en la piedra de la entrada a la orchestra, se produjo durante los años 15-16 a.C.
Ha sufrido considerables remodelaciones, la mas importante se produjo a finales del siglo I o principios del II, posiblemente durante la época de emperador Trajano, y durante esta remodelación fue cuando se levantó la actual fachada o frente de escena.



En otra época, concretamente durante la etapa del emperador Constantino, entre los años 33o-340 a.C, se fueron introduciendo nuevos elementos arquitectónicos que ademas apoyaban decorativamente el conjunto. Ademas se comenzó la realización de una calzada que rodeaba el monumento. 

Tras el abandono propiciado por el cristianismo a causa de la inmoralidad del teatro, este se abandonó y se cubrió sobre tierra, quedando solamente visible la zona superior del graderío. La imaginación popular lo denominó 'Las Siete Sillas', donde según la tradición se sentaron en ellas diversos reyes moros para decidir los destinos de la ciudad.








El graderío del teatro aprovecha la pendiente del cerro. Con capacidad en su momento para 6000 espectadores, las gradas se dividen en tres zonas: ima cavea, media cavea y summa cavea, esta última muy deteriorada en la actualidad.

La parte inferior, en la que se situaban las clases sociales mas acomodadas, tiene 22 filas de asientos y se subdivide en cinco sectores delimitados por escaleras y, a nivel horizontal, por un corredor que lo separa de las graderías superiores.
Seis puertas en su parte superior dan acceso a un corredor semicircular cubierto por una bóveda anular que facilita la entrada y salida por dos puertas en sendos extremos.






Las caveas media y superior poseen cada una cinco filas de asientos y están sustentadas por un complejo sistema de arcos y bóvedas de cañón.
En total, en el exterior 13 vanos facilitaban el acceso y evacuación de los asistentes al teatro.

La orchestra es un espacio semicircular pavimentado de mármoles blancos y azulados destinado al coro.
Está rodeada de tres gradas de honor para las autoridades y separada del graderío por un antepecho de mármol, del cual se conserva un fragmento. En su frente hay un murete que alterna tramos rectos y curvos y la separa del escenario.





El proscenio rectangular, el escenario, estaría cubierto por una madera originalmente y cuenta con unos orificios en el suelo que en la antigüedad servirían para colocar los mástiles del telón y demás infraestructuras escénicas.




Verdaderamente es una visita que merece la pena realizar para poder conocer un poco mejor la historia de la antigüedad, ver como se convivía en aquella época, conocer la capacidad arquitectónica fascinante que en aquel entonces ya existia, el dominio de las artes en general...
Es un lugar muy bonito, de con mucha historia que contar y de gran interés.

Merece la pena.



1 comentario:

  1. Estoy contigo. La visita merece la pena. Has hecho una muy buena elección.

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