Quizás al mencionar el teatro Massimo, muchos de vosotros lo recordéis no por sus características arquitectónicas, sino por ser el escenario donde se rodó la escena en la que muere Mary Corleone en la película "El padrino III".
Pues bien, a mi me ha seducido mucho la idea de comentar esta arquitectura puesto que la he visto muy vinculada con uno de los temas que hemos estudiado en lo que llevamos de curso en la asignatura de Historia de la Arquitectura: la arquitectura romana.
Así, no podemos decir que el teatro Massimo de Palermo sea una obra de época romana, puesto que su construcción data de finales del siglo XIX. Sin embargo está claramente influenciado por dicho periodo. Su arquitecto, Giambattista Filippo Basile, empezó su construcción en 1875 tras los trabajos de demolición de la iglesia le Stimmate y del monasterio de San Guiliano, donde se asentó el teatro. Fue terminado en 1897 por Ernesto Basile, el hijo de dicho arquitecto. Llama la atención que este teatro constituye el mayor de los teatros de ópera en Italia y el tercero más grande de Europa.
En cuanto a su aspecto exterior, como muchos de los edificios neoclásicos, presenta referencias de épocas clásicas anteriores. En este caso, lo primero que vemos es un destacable pronaos corintio hexástilo que se eleva sobre una monumental escalera. En mi opinión, esto confiere al edificio un aspecto claramente imponente.
Además, observamos que en lo alto de las seis columnas se lee: "L'Arte rinnova i popoli e ne rivela la vita" (el arte renueva los pueblos y en ellos revela la vida)
En cuanto a su cúpula, ésta es semiesférica y apoya sobre un sistema estructural reticular que se sustenta sobre un sistema de rodillos. Ésta puede abrirse parcialmente para la ventilación del edificio.
Por otra parte, una vez ingresamos en el interior, destaca la repetición de ciertos elementos como las columnas o las ventanas de arco. Además, nos ofrece una decoración claramente compuesta. Estos aspectos hacen del interior de esta arquitectura un espacio sencillo, con una volumetría clara, geométrica y armónica, inspirada en edificios clásicos como pueden ser: el templo, la basílica romana o las termas romanas. En la actualidad, dispone de alrededor de tres mil quinientos asientos.
Sinceramente, después de realizar una búsqueda de las características de esta arquitectura, creo que lo más destacable de ella es el aspecto interior que nos ofrece el edificio. Al ser un edificio que, como he comentado antes, tiene unas dimensiones tan grandes (de hecho, esta ópera sólo es superada por la de Paris y Viena), los espacios de pasillos y vestíbulos son diáfanos y austeros al lado de su escenario o el espacio destinado a sus butacas, los cuales me fascinan notablemente. Los cinco pisos de palcos más el loggione final magnifican aun más si cabe este recinto.
Como conclusión, decir que el escenario me parece que guarda una buena vinculación con el drama de la película puesto que éste es un espacio majestuoso que conecta muy bien con la trama de la película.
Sin duda, es un lugar que me gustaría visitar en una próxima visita a Palermo.
Me ha parecido una magnífica elección para tu entrada. Y sí, era el escenario perfecto para cerrar la tercera parte de El Padrino. Muy bien por tu entrada.
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