MUSEO GUGGENHEIM DE NUEVA YORK: EL CONTINENTE POR EL CONTENIDO

En este nuevo post, quiero contaros la experiencia que supone visitar un museo como el Guggenheim de Nueva York y recomendaros su visita si se tiene la ocasión de pasar unos días en la gran manzana.

Durante mi estancia en Nueva York, la visita a este museo no me dejó para nada indiferente. Esta gran obra arquitectónica construida por Frank Lloyd Wright y fundada en 1937, contiene grandes obras del arte moderno de artistas tales como Mondrian o Kandinsky. Sin embargo, en mi opinión, la misma arquitectura que forma el aspecto del célebre museo, es la mejor obra de arte que podemos encontrar ahí. Es algo así como que el continente supera el contenido. 

Este aspecto realmente me fascina puesto que cuando uno va a visitar un museo, generalmente lo hace por aquello que espera encontrar dentro, y para nada piensa que lo más destacable vaya a encontrarlo antes de entrar. 

Creo que todos los museos de la fundación Guggenheim poseen esta característica pero la obra de Wright, en concreto, rompió totalmente mis esquemas de lo que me había imaginado. Dicho museo es un juego de formas geométricas que combinan y se entrelazan de una manera excepcional. Además crean un contraste con la arquitectura tan propia neoyorquina como son los grandes edificios de elevadas alturas, que hacen que prestes más atención a este edificio, si cabe. 

Además es un edificio que se adapta en su interior a aquello que se quiere mostrar. No es precisamente de grandes dimensiones, pero en su interior presenta una rampa que asciende desde la planta baja hasta llegar arriba del museo, mostrando en todo momento las diversas obras del arte contemporáneo de una manera muy original.

Así pues, con todo ello, para mí el museo Guggenheim fue una de las mejores experiencias durante mi visita a esta ciudad. Creo que para todas aquellas personas interesadas no solo en el arte de los últimos siglos, sino especialmente en la arquitectura, es una visita obligatoria estando en Nueva York.