jueves, 29 de mayo de 2014

NUEVOS MÉTODOS ARQUITECTÓNICOS

LADRILLOS DE SANGRE


El arquitecto británico Jack Munro recolectó sangre de cuatro moribundas vacas y recolectó cerca de treinta litros, luego de observar que en los mataderos este líquido vital se desperdicia en el suelo y viaja hasta la coladera.

Luego le agregó un componente antibacterial para que no crecieran colonias de asquerosos hongos, le puso un poco de arena y cocinó esta deliciosa pasta a 160 grados. Munro pensó que esta hemoglobina podría ser fundamental para la construcción, así que se dio a la tarea de encontrar una manera de aprovechar este elemento. Lo consiguió: en vez de deshacerse de este prolífico residuo lo empezó a reutilizar. Creó los Blood Bricks. 


Así, para su tesis, creó una serie de ladrillos de sangre y arena que no son extremadamente resistentes. Es decir, no se podrían utilizar para armar una casa en Nueva Orleans, pero sí para viviendas en países menos desarrollados, donde los materiales para la construcción son muy escasos. 



Este proyecto de tesis titulado Sanguis et Pulvis ganó el premio 2012 Rawat Award for Best Graduate Design Project y estuvo nominado al 2012 RIBA Silver Medal. Sin duda, ésta iniciativa funcionaría bastante en lugares precarios, aunque vivir en una casa de sangre puede que no le resulte una buena idea a todo el mundo.

1 comentario:

  1. Puede que sea una magnífica idea, pero me sigue resultando muy inquietante. Interesante entrada.

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